jueves, 17 de diciembre de 2009

Historia de Molina de Segura: Antigüedad

Molina de Segura: encrucijada de caminos

La aparición de restos de monedas cartaginesas del siglo III a. C en el Fenazar apuntan a la existencia de esos senderos que los contestanos y batistanos seguían, antes de Roma, y que discurrían por Lorquí, Ceutí, Molina y Abanilla por la Sierra de La Pila.

Desde el punto de vista geográfico, existen dos pasos naturales fundamentales que encuadran Molina de Segura:

En primer lugar, cuenta con un gran paso longitudinal recorrido por el río Segura y en el que se halla el origen y causa del asentamiento urbano de Molina de Segura, así como de sus pedanías más importantes: La Ribera, Torrealta y El Llano. Este eje se extendía desde Archena, Lorquí, Alguazas y Cotillas, teniendo como centro Molina.

Un segundo paso importante que surca el municipio de Molina de Segura, lo constituye el gran corredor trasversal que, desde Elche-Alicante-Orihuela, penetra por Abanilla-Fortuna y Molina, enlazando por Archena, con el corredor longitudinal de la Vega Media del Río Segura.

Los romanos aprovecharon estas dos vías naturales para disponer los caminos que atravesaran Molina de Segura. De esta forma, el eje longitudinal era surcado por la vía Cartagena-Complutum, mientras que la vía trasversal fue aprovechada para disponer los actus Elche- Cieza y Elche-Archena, lugar de estadía de los púnicos o cartagineses, que establecen la importante comunicación con la parte baja de Alicante.

La presencia romana en Molina de Segura

La huella más clara de civilizaciones antiguas en el término municipal de Molina de Segura corresponde a la época romana.


Los romanos aprovecharon la situación estratégica de esta encrucijada de caminos para levantar calzadas y un castillo, emplazado en lo que actualmente es la Iglesia Vieja.


En la época republicana romana, Molina de Segura, al igual que el resto de la Región de Murcia, perteneció a la región Citerior, una de las dos provincias en que quedó dividida la Península Ibérica tras la conquista romana.


Posta de la calzada romana


La situación de Molina de Segura en esa encrucijada de calzadas romanas, la acabó convirtiendo en lugar donde se situaban servicios de postas, provista de habitaciones, suministros de boca y caballerías de repuesto.


La crisis del Imperio Romano, a partir del siglo III d. C, desencadena luchas, guerras y destrucciones de ciudades, como Ilici o Cartago Nova, sembrando de inseguridad todo su territorio y propiciando la aparición del bandolerismo, lo que arruinaría las calzadas y sus postas o mansiones.


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